Cosas que algunos deberían saber

Un día cualquiera, de repente, tu vida cambia, sin poder hacer nada. Es muy fácil decir que

 vivas el presente cuando hay un pasado que pesa tanto. Pero igualmente pruebas, 

qué más da, no pierdes nada por intentarlo.

Llevo años sin escribir pero ahora tengo una razón bastante importante para hacerlo.

Alguien que apareció en las ruinas de mi vida me dijo que fuera egoísta, que pensara más

en mí, que era demasiado buena. Toda mi vida preocupándome por los demás y mientras

la vida atacándome en guerrilla.

Esta persona es lo bastante especial como para ponerme a escribir tras muchos años.

Ojalá lo estés leyendo porque esta entrada es para ti.

Gracias por haberme cuidado y devuelto las ganas de vivir. Gracias por tus sonrisas, por tus


caricias al rescate de alguien, como yo, que ya no creía en nada. Te quiero porque has

hecho que me vuelva a querer. Eso es casi un repóker.

Te mereces todo lo bueno que te pase en la vida. Eres tan valioso que aún no sé por qué

fui yo la afortunada de cruzarme contigo.

Me conociste rota pero guardaste los añicos y me rehiciste.

Te bajaste a las trincheras conmigo y no me dejaste y ahora tengo otra oportunidad: la

que tú me has dado.

Eres un ángel, mi ángel.

Gracias.

Gracias de corazón.