lunes, 17 de diciembre de 2012

La maldad existe.



        El viernes como todos sabéis ocurrió una nueva matanza en Estados Unidos. Siempre que ocurre algo así la mayoría de personas sólo se preocupa de abrir debates, da igual sobre qué: que si las armas, que si las enfermedades mentales, que si esto, que si lo otro... pero me sigue sorprendiendo cómo somos muy pocos los que realmente estamos afectados por lo que realmente importa: esos niños.

     Empatía, qué poquita, madre mía, y perdonad este lenguaje más llano, porque yo el viernes no conseguía levantar cabeza, ni el sábado, aun siendo un día especial. No podía. Quizá tener una hija de la misma edad que esas criaturas influya bastante, de hecho creo que los que no son padres no pueden comprender de la misma manera lo que sentimos los que sí lo somos.

     Aquí puedo comprobar la frialdad con que hablan algunos; hablan de las armas, de lo falso que resultaba Obama, de  una nueva masacre que para nada les resulta inesperada, pero casi nadie se para a pensar en esos angelicos. Nadie.

     Y la verdad es que creo que la gente entra en debates por miedo, por miedo a sentir, por obviar la situación. Hay que buscar una razón a la barbarie, y claro tratándose de USA, lo tienen fácil, LAS ARMAS, YA ESTÁ. Análisis concluido. No hay más responsabilidades. Ellos tienen la clave.
Todo eso estaría muy bien si no fuera porque existen personas como Breivik, personas que viven en paises como Noruega dónde no hay un libre acceso a las armas de fuego. Y vaya la que armó Breivik.

    3.000.000 de licencias de armas. Son muchas, ¿no creéis? Pues son las que hay en España. ¿Qué os parece? Quizá el problema de Estados Unidos nos sea tan sencillo como el libre acceso a las armas. A lo mejor el factor MALDAD, tenga algo que ver también. El mal existe. Son las personas las que cometen atrocidades, no lo olvidemos.

      Creo que la raíz de todo este horror se fundamenta en el hecho de inmortalizar a estos asesinos hijos de puta. Así de simple. Los convertimos en seres que pasan a la posteridad, y abonamos así el terreno para que lleguen otros que les quieran emular y superar.

     Algo que fundamenta mi teoría. Año 1979. Brenda. Asesina a dos adultos y hiere a 8 niños. Se convierte en alguien archifamoso  y pasa a la posteridad porque los Boomtown Rats le componen esta mítica canción, cuyo título coincide con la respuesta que ella dio a la policía cuando se le preguntó el porqué de sus actos...

 
   
       Todos conocemos el nombre del asesino de Newtown pero, ¿conocemos los nombres de esas criaturas? Ese es el gran error. A mí la vida de ese monstruo me la suda mucho. Me importa una soberana mierda y él posiblemente, si nos pudiera ver, estaría feliz de salir en todos los rotativos. Y los que vengan después están tomando buena nota de esto.

La prensa no les debería dar cancha, ni nosotros. No debería dar ni una sola imagen de ese monstruo, ni contarnos nada de su vida. Deben importarnos ellos, que ya no están. Esas pobres criaturas que vivieron algo terrorífico y hasta murieron abrazados. Esa es la tragedia. Y la de sus familias.
Y la de todos los niños que mueren a diario en el mundo. Hoy han muerto diez niñas afganas por la explosión de una bomba, de las que nunca conoceremos ni siquiera sus nombres.

La maldad existe, señor Rousseau, siento disentir; el hombre no tiene por qué ser bueno por naturaleza.



domingo, 2 de diciembre de 2012

jueves, 29 de noviembre de 2012

Atrapada



Te atrapó la vida
esa que tantos quieren definir;
te hizo cautiva de ti misma,
de tus miedos, de tus recuerdos, de la nada que ha llenado ese todo que antes eras tú.
Pero mientras, ella no se para, ni se diluye para rescatarte.
Estás atrapada; perdida dentro de ti.

lunes, 1 de octubre de 2012

Recuerdos



      Hoy  no tengo ganas de tuitear. No sé siquiera si tengo ganas de escribir esto, pero aquí estoy, delante de la pantalla y con cientos de imágenes viniéndome a la cabeza.
Recuerdos, creo que lo llaman así. Si vienen yo les dejo pasar,  les preparo algo, soy buena anfitriona.

     El otoño no es época fácil para ellos. La gente los expulsa de sus vidas, no quieren tenerles en sus mentes, les duelen, dicen. Ellos no hacen daño a nadie,  son solo las imágenes de lo que vivieron, las fotos de los días felices que ahora en días tristes no quieren ver pasar por su mente.

    Recuerdos, qué triste suena. Porque lo trágico es no poder recuperar todo aquello, no poder darle al rewind, saber que los momentos se fueron como un río y no volverán y que es inevitable pensar que las cosas son irrecuperables.

   No puedes mirar atrás sin empañar tu mirada, hay demasiados momentos que quedaron anclados y te miran desde el pasado. Un ayer lejano y a la vez lo bastante cercano pero irrecuperable. El mañana nunca llegará y el ayer nunca volverá. La vida la dicta el tiempo pero nosotros la escribimos y lo escrito siempre queda.

"Conservar algo tuyo sería admitir que te puedo olvidar". William Shakespeare.

jueves, 23 de agosto de 2012

Todavía.



       Detrás de un no poder suele estar un no querer. Podríamos hacer tantas cosas si quisiéramos; pero no queremos. Instalados en la comodidad nos autoengañamos.

       Duele poder olvidarte. Por eso no quiero.Y lo maquillo, me digo a mi misma que no puedo. Y va pasando el tiempo, se dilata para aparentar que todo es más fácil, que era ayer cuando todo pasó.
Pero no. No fue ayer. Y todos los mañanas se convertirán en ayer cuando pase hoy. Pero nunca pasa.

    Estoy atrapada en el presente, y me recuerda a ti. Me habla de ti; a cada instante, y le sigo la corriente, no miro a otro lado, no puedo, no quiero.
Pero ¿y tú, que conviertes los 'te quieros' en armas, en suicidios cotidianos, donde amenazas con querer cuando prometiste no hacerlo?

    Sí, suena absurdo, hiriente a los ojos de aquellos que viven el desamor, pero el amor incompleto, sin estar ni ser es una losa imposible de llevar. No existe verbo que conjugue el amar sin poder estar, es una quimera que deja de serlo. ¿qué clase de monstruosidad es esa?

    Yo tampoco he cumplido mi parte, así que ya no sé a quién o a qué podemos reprocharle esto. En realidad, nadie tiene la culpa, no lo planeamos así.
Quisiera envolver el tiempo que pasé contigo y regalártelo, porque ahora mismo es lo único que me queda.
Solo pueden volver las cosas que un día se fueron, pero tú nunca te fuiste y no podrás volver. Porque estás ahí, separado de mí por un un simple adverbio.

sábado, 5 de mayo de 2012

#GraciesPep



       No puedo explicar por qué me gusta el fútbol. Ni siquiera guardo recuerdos de mi vida donde no me vea viendo un partido. Desde muy pequeña me sentaba delante de la pantalla hipnotizada para ver como un montón de señores corrían detrás de un balón en una suerte de juego que no alcanzaba a entender pero que me hechizaba.

      Poco a poco fui entendiéndolo y aficionándome. Me compraban los cromos, iba a los partidos y me sabía los equipos mejor que un adulto. Sí, no era una niña  "normal".
No sé en qué momento se decide ser de un equipo. En  mi casa no son particularmente futboleros pero yo siempre me recuerdo siendo del Barça. Es como una señal de identidad, como un antojo, como una marca de nacimiento.Unos colores que he defendido y defiendo con la misma ilusión que cuando era pequeña.

       Por eso, ahora que nos deja Pep, he sentido que debía dedicarle esto, porque  he tenido la suerte enorme de pertenecer a unos colores que me han brindado los mejores años de fútbol de la historia.
Un equipo, que lo ha conseguido todo, y que desde la humildad, el trabajo duro y el espectáculo, nos han hecho soñar a toda una afición, mucho más allá de lo que nunca hubiéramos imaginado.

       Y todo ha sido posible gracias a ti, Pep, que has sabido gestionar tu experiencia como jugador desde que estabas en la Masía, tu cercanía y respeto por los jugadores y una extraordinaria capacidad para lidiar con los medios y este mundo tan complicado que lo rodea.

Son cuatro años, de éxitos, de ilusiones, de goles, de sueños cumplidos, de títulos y sobre todo, de esfuerzo y tesón, un no parar de demostrar que siempre se puede ser mejor y que por algo el Barça es mes que un club. Gràcies per tot Pep.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Secretos



         Dicen que somos dueños de nuestro silencio y esclavos de nuestras palabras. Es cierto, pero el silencio es también una forma de esclavitud. Nos ata a nuestra conciencia, a nuestros pensamientos, a nuestros miedos y es por eso que en muchas ocasiones contamos cosas que no deberíamos.
Siempre he pensado que el auténtico secreto es el que solo conoce uno mismo. Si se entera otro, deja de serlo. Automáticamente.

       Hay personas que han nacido para guardarlos. Suelen ser gente afable, tranquila, que con su sola presencia tranquilizan. De mirada clara y despejada. Sabes que con ellos, tu confesión estará segura.

      Por el contrario hay otro tipo de gente que son como los banqueros: te rondan, buscan que les cuentes aquello que saben que escondes.Con simpatía y locuacidad te intentan despistar, en forma de guerrilla se acercan hasta conseguir tu confianza y en tu momento vulnerable se hacen con la información que tanto desean. Son maquiavélicos. Mucho. La información es poder y con ella en sus manos ya te tienen.

     Los secretos han movido y mueven el mundo.Y lo seguirán haciendo.
Un secreto simplemente es algo que no quieres que se sepa. Entonces, ¿por qué lo cuentas? Guárdatelo para ti. Es tu tesoro, tu pensamiento, tu sentimiento, lo que sea. Nadie debe saberlo. En el fondo el ser humano es exhibicionista. Desea enseñar, mostrar.Y en ese afán pierde su capacidad de discernir lo que le conviene o no hacer.

Hay determinadas cosas que debemos guardar para nosotros mismos. No traicionarnos.
Un día, no muy lejano, nos alegraremos de no haberlo hecho.

viernes, 3 de febrero de 2012

Momentos fugaces.



              Estáis helados. Lo sé. Las manos no responden. Los pensamientos tampoco. La mente se nubla al tiempo que los grados van bajando mientras vuestras manos se asoman para seguir tuiteando ante la asombrosa mirada de los transeuntes solitarios.

           Antes hubiérais llevado los guantes puestos, el ánimo en otro lugar, quizá pensando en el trabajo o en ese autobús que se os escapaba.
Pero no ahora. La red  os atrapa, os hace cautivos de una realidad paralela que establece sus leyes en el mundo 2.0. Aquí se legisla de otra forma, no hay tribunales, no hay tiempo, no hay reglas. No hay nada y, a la vez, está todo.

       No podéis esperar a decir lo que estáis pensando, el momento es ahora, el presente impera, el momento reina y un instante lo cambia todo.
La vida se reinventa. Ya no estáis solos. Nunca más. Siempre hay alguien al otro lado, esperando ver aparecer un avatar como quien antes miraba el teléfono esperando una llamada.

      La vida se abre paso sabiamente, nada permanece, el río, como dijera Heráclito, nunca es el mismo. Sin darnos cuenta dejamos nuestra vida contada en retales en esta red social a modo de bitácora y si un día pudiéramos ver todo nos encontraríamos con el diario mas fidedigno que hemos podido escribir. Y más sincero también.


     
         Porque la vida son instantes, momentos fugaces que se escapan y sin embargo gracias a twitter podemos conservarlos, y eso es algo muy valioso que nunca antes habíamos tenido a nuestro alcance.

     El tiempo se desvanece con rapidez, al igual que la vida, pero algo queda de ella en cada tweet que escribimos y compartimos con vosotros.
Ahora tenemos un pequeño registro de nuestra existencia, por pequeña e insignificante que esta sea.

jueves, 19 de enero de 2012

La Princesa.

Un día la princesa
estaba triste
¿por qué estás triste?
¿por qué? ¿por qué?
Porque un día un príncipe fue a verme y se lo llevo la corriente
y no fue a verme
y  su corona se fue volando después
¡que le vamos a hacer!
¡no lo sé! dijo la princesa
y el castillo también se lo llevo la corriente
ahora, ¿que vamos a hacer?

PD: No es que sea amor de madre, pero esto lo ha escrito mi niña de 6 años sin intervención de nadie. Anoche la vi y tenía que compartirlo.

miércoles, 11 de enero de 2012

Adiós.



          Adiós. Esa palabra tan difícil de pronunciar, que toma vida propia cuando escapa de tus labios y ya nunca más te vuelve a pertenecer. No, a partir de ese instante es de quién se queda, de quién la recibe que no siempre vislumbra el sendero de la despedida.

       Es un camino angosto, que todos hemos de recorrer a lo largo de nuestra vida. Unos miran atrás mientras escapa de sus labios; a otros no les da tiempo. Los más afortunados la exclaman alegremente conocedores de que eso supone un alivio, una ruptura con un pasado que les atenaza o esclaviza. Para otros, sin embargo, es el principio de una dura batalla con el ayer, con un pasado que reniegan abandonar, y en el querrían permanecer para siempre.

     No quiero irme, ni despedirme de ti, es más, no puedo hacerlo porque nunca llegué a decirte hola. El adiós solo es bonito cuando el hola está cerca.
Es la despedida de lo que nunca pasó, de lo que pudo ser y no fue, de lo que quisimos y no tuvimos, y en ese camino sin luz nos perdimos un día y ya no nos encontramos.

      Por eso hoy te digo adiós, de verdad, sin ataduras, sin miedo a seguir queriéndote.
Nuestro momento pasó, se diluyó en promesas no cumplidas, en miradas furtivas, en sueños que otros realizarán por mí, en la vida de aquellos que sí estarán a tu lado. Pero nunca me iré del todo. Mientras te recuerde, te querré, como el primer día y como el último.

      Me toca la vez, pero en la vida y no voy a seguir haciendo cola añorando un amor condenado desde el principio.
El amor verdadero desea la felicidad del otro. Sé feliz.Todo lo que tu vida te permita y si miras atrás recuerda que un día yo estuve allí, en el andén de los sueños, esperando subir a un tren que nunca llegó a partir.