jueves, 23 de agosto de 2012

Todavía.



       Detrás de un no poder suele estar un no querer. Podríamos hacer tantas cosas si quisiéramos; pero no queremos. Instalados en la comodidad nos autoengañamos.

       Duele poder olvidarte. Por eso no quiero.Y lo maquillo, me digo a mi misma que no puedo. Y va pasando el tiempo, se dilata para aparentar que todo es más fácil, que era ayer cuando todo pasó.
Pero no. No fue ayer. Y todos los mañanas se convertirán en ayer cuando pase hoy. Pero nunca pasa.

    Estoy atrapada en el presente, y me recuerda a ti. Me habla de ti; a cada instante, y le sigo la corriente, no miro a otro lado, no puedo, no quiero.
Pero ¿y tú, que conviertes los 'te quieros' en armas, en suicidios cotidianos, donde amenazas con querer cuando prometiste no hacerlo?

    Sí, suena absurdo, hiriente a los ojos de aquellos que viven el desamor, pero el amor incompleto, sin estar ni ser es una losa imposible de llevar. No existe verbo que conjugue el amar sin poder estar, es una quimera que deja de serlo. ¿qué clase de monstruosidad es esa?

    Yo tampoco he cumplido mi parte, así que ya no sé a quién o a qué podemos reprocharle esto. En realidad, nadie tiene la culpa, no lo planeamos así.
Quisiera envolver el tiempo que pasé contigo y regalártelo, porque ahora mismo es lo único que me queda.
Solo pueden volver las cosas que un día se fueron, pero tú nunca te fuiste y no podrás volver. Porque estás ahí, separado de mí por un un simple adverbio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario