lunes, 4 de febrero de 2013

El sueño


   
     He soñado contigo. Es curioso, cuando sueñas vives, estás ahí de nuevo. Vuelves sin permiso, sin avisar, te apareces aunque quizá sea yo quien te invoque.
Te engañé; he podido vivir sin ti.Y sin mí. Sin la que yo era a tu lado.

     Ella también se fue aquella noche contigo, te eligió a ti. Te la llevaste fundida en un abrazo con promesas en los labios, con el sabor a ese último café.
Nada sabe igual sin vosotros: sin ti, sin mí. Es el tiempo de las sombras.

     El miedo me arrebata todo lo que creo mío. Se diluyen mis manos que no te tocan. Mi cabeza que sólo sabe pensarte cede impotente a pensamientos más alegres. Se descuelga, se olvida, la irrealidad es más cómoda. Y más triste.

      Los columpios se mecen solos. El frío descompone los sentimientos mientras el caos se apodera de la escena. Y apareces tú, de la mano con ella, conmigo, y te grito y no me escuchas. Quiero despertarme, desesperada, pero es imposible.

      Y entonces veo esa luz, me invade de nuevo el frío.Y se oscurece todo. Otra vez.
Perdóname, estoy confusa. Dicen que los muertos tenemos deudas. La mía fue no querer verte más. Y casi lo logré.
Me mataste; o eso creíste. Ahora sólo duermo. ¿Por cuánto tiempo? no lo sé. 



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