miércoles, 17 de diciembre de 2014

Enjoy the silence



Cuando no sabes qué decir es mejor quedarse callado, esperar y mirar, porque no siempre

hay palabras para todas las situaciones.

Hay personas que nunca callan, quizá por temor a que el silencio les arrebate algo.

No, el silencio sólo nos reconcilia con lo que somos, con esa persona que está dentro

harta de escuchar más y más palabras sin sentido.

Ningún silencio es incómodo si estás con la persona correcta, más bien al contrario, nos

evita mucha idiocia instalada en nuestras mentes; hablamos por boca de otros,

por lo que los demás nos cuentan o han vivido.

¿Qué porcentaje de lo que habláis tiene algo que ver directamente sólo con vuestras vidas?

Y no es una pregunta retórica. Construimos nuestra vida y nuestras experiencias a partir de

vivencias ajenas y al final nos vemos viviendo la vida de otros.

   Y ese es el error. Y, a veces, lo vemos demasiado tarde.




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